domingo, 9 de marzo de 2014



CONSTRUYENDO ALAS PARA SALVAR ACANTILADOS

Cuando esta semana pasada abríamos las tapas de un nuevo libro de lectura en algún grupo de 1º y 2º a los que le doy clase, también era para mí la primera vez que leía el título y la contraportada. EL FARO DE LOS ACANTILADOS  de José Luis Martín Nogales es uno de los títulos en los que ha invertido el Departamento de Lengua este curso como lectura colectiva cuyo lote de volúmenes  transportáis hasta clase en una "caja de regalos". Fue la profesora Isa la que propuso el título para 3º, pero yo lo he introducido en niveles inferiores a sabiendas de que la calificación "para mayores de 14 años" no es más que una etiqueta de la editorial para las más entrelazadas y conexas que diferentes generaciones de lectores de ese subgénero que ya hemos asimilado como Literatura Juvenil.

Me lo traje para avanzar durante el fin de semana en él y no os lo voy a contar (esto sería un spoiler o destripe en castellano, que cualquier crítica o comentario de cine, novela o serie televisiva debe evitar).

En las primeras páginas se nos presentaba el espacio: un pueblo de la costa norte de la Península con escarpados acantilados y mar embravecido (muy distinta a las playas de arena y al mar apacible del sur); en un tiempo: la Guerra Civil;  una trama inicial: la desaparición del maestro del pueblo, y unos personajes: Yago, Blanca, David y Fátima. En esta pequeña aldea, unos chicos y chicas inician una labor detectivesca para descubrir la enigmática desaparición del maestro, un apasionado de la literatura, cuya figura también se presenta misteriosa. Irán a su casa sin éxito y decidirán colarse en la escuela por una ventana buscando alguna pista que les encamine al paradero de su maestro. En el cajón de la mesa del profesor encontrarán un cuaderno, un plano y una llave enganchada en un letrero que contiene las palabras "el faro". Todo ello les conducirá hasta el farero del pueblo, quien les irá desvelando las pistas para resolver la misteriosa desaparición. Estos chicos y chicas seguirán las pesquisas, guiados por el farero, en los rastros que encontrarán en libros de nuestra literatura de todos los tiempos, desde el Poema de Mio Cid, El Conde Lucanor, Jorge Manrique hasta el coetáneo y desconocido entonces Antonio Machado.

Siempre os digo que la lectura gratuita es el mejor camino para llegar al conocimiento y para motivarnos en el aprendizaje, mucho más que los libros de textos y los apuntes. Y lo que es aun mejor: muchísimo menos tedioso y sacrificado. A lo largo de sus páginas nos vamos a iniciar en la historia de nuestra literatura, en los orígenes de las lenguas peninsulares, en conocer otra realidad geográfica, en un período histórico no tan lejano que dejó una huella indeleble en nuestros pueblos, ciudades, familias, con una trama que nos irá sorprendiendo conforme avancemos, todo ello escrito con un estilo lingüístico rico y variado.

Esta reseña no es tanto para los alumnos que ya están inmersos en su lectura como para el alumnado de otros niveles ya iniciados en la existencia de estos autores cuyas obras constituyen los pilares básicos de nuestro corpus clásico de las Letras. Iréis como de paseo por la historia de nuestra país y de esas obras ya estudiadas (o eso se supone).

Os dejo un vídeo que muestra el paisaje de estas costas norteñas. Está sonorizado con la Romanza Concertino para guitarra y orquesta del compositor Salvador Bacarisse, nacido en Madrid y que murió en el exilio en París como consecuencia de la contienda civil que está como telón de fondo entre los protagonistas de nuestro libro y este lugar en donde parece que las bombas no llegaron, pero quizás sí los efectos de las ondas expansivas. A algunos os sonará esta música, banda sonora de La Celestina. Espero que os guste, ya me decís. Saludos de vuestra profesora Rosa.



1 comentarios:

Unknown dijo...

Ah, del vídeo, no sabía a qué te referías con eso de "las caras". Me alegra que te guste. Rosa

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